miércoles, 17 de febrero de 2016

JOSÉ CARATTOLI, CAMPEÓN ARGENTINO MEDIO PESADO






JOSÉ   CARATTOLI,   CAMPEÓN   ARGENTINO   MEDIO PESADO

Por   José   Cardona *


José Carattoli, Campeón Argentino medio pesado — Gana el título


En diciembre de 1928, la Comisión Municipal de Boxeo (también autorizada para los campeonatos nacionales profesionales) declaró vacante el título argentino medio pesado. La entidad propuso una selección al empezar 1930, interviniendo en ella el ex Campeón Olímpico Víctor Avendaño, primer pugilista de nuestro país en alcanzar ese galardón; Luis Balladores, italiano ciudadanizado argentino; el ex monarca Vicente Olivieri y el platense José Carattoli.

El 25 de febrero de ese año, en el estadio River Plate de Buenos Aires, Olivieri (78,900) venció a Balladores (75,400) por K.O. en el 9º round.

En el club San Lorenzo de Almagro, Buenos Aires, 27 de febrero de 1930,  Carattoli (76,600) dejó K.O. al invicto Avendaño (77,700) en el segundo round. La mítica revista El Gráfico, con la firma de “Don Gordo”, comentó sobre esta pelea: “Decididamente, no es Víctor Avendaño un profesional llamado a destacarse entre los medio pesados locales. El simpático Campeón Olímpico es un muchacho de muy buena voluntad y no pocas ponderables aptitudes, pero carece de una que creo francamente indispensable para asegurar, entre las cuerdas del ring, el éxito de cualquier profesional que aspire a conquistar gloria y provecho; le falta inteligencia. Puede decirse que fue por eso más que por cualquier otra circunstancia que perdió las otras noches en San Lorenzo frente al platense José Carattoli, y digo así, recordando que la andanada de golpes con el que el doble vencedor de Eladio Herrera lo conmovió primero y lo noqueó después ante el visible estupor de los espectadores, fue la resultante de esa ausencia de facultad intelectiva a que me refiero, y como todos saben no le permitió, al ‘fighter’ local, zafarse de una situación que por anticipado prometía resultarle sencillamente desventajosa. Además, cometió Avendaño un imperdonable error, tanto más imperdonable que lleva sostenidas más de ciento veinte peleas: no tiene punch y aceptó el cambio de golpes a que intencionalmente lo provocara su adversario, bien convencido, por lo demás, de que ese era  el plan que convenía a sus manifestados propósitos de ‘terminar cuanto antes’. No puede decirse que Carattoli sea un hombre de muchos recursos, porque en realidad fueron pocos los demostrados el jueves de la semana pasada; pero tiene para decretar definiciones terminantes, uno de positivo valor: dinamita en sus puños. Su izquierda, sobre todo, es fulminante. Y él le debe a una fulmínea explosión de su izquierda, llegada con precisión, velocidad y fuerza al mentón de Avendaño, la suerte de haberle producido en el segundo round, el primer knock-out de su carrera, que ojalá no lo sea también de sus entusiasmos”.

Así, quedaron clasificados los finalistas, y en el estadio San Lorenzo, el 22 de abril, se acordó el combate. El cotejo provocó mucho interés por ser sus protagonistas dos populares púgiles con características opuestas. Olivieri era “raro”: vivísimo, apelaba a toda clase de recursos para evitar ser castigado. Sabía trabar y tenía mucha cintura, de la que abusaba en demasía y a veces se agachaba exageradamente para no recibir los golpes del rival; también, desordenado y sin línea. Sorpresivamente empezaba a mover las manos en ‘swings’ de larga trayectoria que, cuando llegaban, producían efecto por ser poderosos. En cambio, Carattoli todo lo fincaba en su pegada y por lo general en su izquierda. Sabía buscar al rival y encontrar la medida en el ring. Precisamente en esta pelea evidenció el platense una superación en sus medios técnicos. Mayor noción de distancia y justeza en la pegada. Sin embargo, el cotejo no alcanzó todo el lucimiento que se esperaba. Apenas iniciado el combate, fue Carattoli el primero en atacar, pero Olivieri lo contragolpeó. Pese a todo, sobre el final del round el platense llegó con un neto cross de izquierda. Transcurrió la segunda vuelta dentro de las mismas características, pero en el tercero, Olivieri se mostró más decidido y logró sorprender a su adversario con largos golpes en forma de ‘swings’ que dieron en pleno en la mandíbula de Carattoli. Alcanzó mayor movilidad el round siguiente, dado que ambos apuraron las acciones, pero primero Carattoli ubicó potentes izquierdas al cuerpo y luego cruzó la derecha a la cabeza, impactos que acusó Olivieri para trabar insistentemente. Reaccionó éste en el quinto, pero sus manos no molestaron al platense mayormente. Se llegó así a la que sería la última vuelta, o sea la sexta. Luego de un breve cambio de golpes, Olivieri se recostó contra las sogas y en momentos en que intentaba aplicar una izquierda, Carattoli lo recibió con un violento contragolpe de derecha que llegó al mentón de su rival. Olivieri cayó a la lona y la parte superior de su cuerpo quedó fuera del ring. Poco a poco, y en tanto el árbitro le contaba los segundos, fue deslizándose afuera del tablado hasta apoyarse en el pupitre de los periodistas, en donde se sostuvo y se incorporó hasta ponerse en pie cuando la cuenta había llegado a ocho. Olivieri, completamente mareado, permitió que el platense lo rematara en un costado del rincón con una violenta derecha. Cayó pesadamente y dio varias vueltas sobre sí mismo, hasta que se detuvo y finalizó la cuenta reglamentaria de los diez segundos. Habían transcurrido dos minutos y cincuenta segundos del round. Llama la atención a través de este relato que la definición la hubiera alcanzado Carattoli con derechas, pero es que desde la segunda vuelta actuó con su izquierda lesionada, razón por la que no la utilizaba. Se consagró, así, José Carattoli, pupilo de Manolo Hermida, como un valor de grandes perspectivas…




(*) Fuente: K.O. Mundial, número 895, Libro de Oro 34, Buenos Aires, Argentina, 28 febrero 1970





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